18 mayo, 2024

Por: Carlos Iván Landa Kerschbaumer

El candidato presidencial por “Perú Libre” Pedro Castillo Terrones, a cierta distancia de las revueltas del Fujimorismo, espera con tranquilidad su proclamación, y participa de sus reuniones en su domicilio de Breña, Club Departamental Apurímac, o en su partido político, estos ambientes son utilizados para recibir a partidarios e invitados en procura de delinear el equipo de gobierno.

Faltando menos de una semana para la asunción de Castillo, los caviares de “Juntos por el Perú” siguen merodeando en busca de un cargo político que los catapulte al ejecutivo, algo impensado durante la campaña electoral, donde menospreciaban a su rival, porque les “sustraía” votos en el Sur; el Fujimorismo es la “bestia negra” para los de Verónika Mendoza y su derrota le sabe a miel.

En cada entrevista que les realizan a los caviares, no hay momento en que no recuerden a Keiko Fujimori Higuchi y su entorno. Un tema trillado que se pone vigente cada vez que se convoca a un proceso electoral. Los caviares son protagonistas de un ejercicio democrático donde fueron vapuleadas por el escaso número de electores que las acompañó y ante la dispersión de los votos.

Recordemos que Castillo obtuvo un escaso 19 por ciento y Fujimori 13 por ciento, encabezando los primeros lugares, muy alejada doña Verónika Mendoza, no llegó ni a los 09 puntos; ese fue el caudal de votos de algunos de nuestros candidatos, que les significó pelear el triunfo en la primera vuelta, lo ocurrido en la segunda vuelta 50 por ciento contra 49 y fracción fueron votos prestados.

Está claro, que no debe sentirse tan entusiasta don Pedro Castillo Terrones, al momento de asumir la banda presidencial, pues más allá de haber desplazado por la ventaja mínima, a la opositora Keiko Fujimori Higuchi”, sabe bien que su triunfo es pírrico y que debe gobernar para convencer a los contrarios que no creen en él y están en oposición; tendrá que trabajar con mucha intensidad.

El fujimorismo está hoy herido y no se siente derrotado pese a que los resultados del proceso electoral no los favorecen, según su entorno; abogados, simpatizantes y otros, seguirán en la lucha, presentando nuevos argumentos legales, que van desde acciones de amparo ante el Tribunal Constitucional contra JNE y otros vericuetos legales que lo acerquen a la justicia electoral.

Si se puede considerar una victoria, que no resolverá nada ante la proclamación de Pedro Castillo Terrones como presidente de la república, está el hecho de haber logrado la admisión de la habeas data que plantea la entrega de padrones electorales para cruzarlos con las actas; entre sus últimas acciones se encuentra las apelaciones a los Jurados Especiales (JEE) respecto a temas numéricos.

Según refieren los voceros del Fujimorismo, cuando logren la revisión de las actas y la crucen con el padrón electoral, podrán conocer la verdad de los hechos, según los resultados respecto a dicha constatación, concluirán con sus demandas, si resultan positivas lo festejarán, si no les asiste razón y se asegura, no ha existido manipulación alguna de votos, aceptarán su derrota electoral.

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