Ha transcurrido ya hace algún tiempo, desde que el expresidente Martín Vizcarra dejó el poder, gobernando con decretos leyes, luego de perpetrar un “golpe de Estado” que el Tribunal Constitucional no quiso ver (echó a los congresistas, durante su periodo presidencial de manera irregular) el TC arguyó que las decisiones del colegiado se realizan hacía adelante no de inmediato.
Lo cual tuvo gran repercusión, habida cuenta que en la composición del tribunal participaban magistrados ideológicamente cercanos al ex mandatario, lo cual permitió que se rechazaran los argumentos competenciales que presentó en su momento la Comisión Permanente, que apostaba por demostrar la arbitrariedad del régimen que gobernaba en solitario y beneficiaba a sus adeptos
Con el terreno limpio de enemigos, porque a sus contrarios los había enviado a casa, Vizcarra Cornejo, con el apoyo del diario La República, una de sus sobrinas de la familia Mohme, con quien está emparentado fue ministra, el nuevo congreso que fue instalado y que creyó podría respaldar sus acciones, le dio un portazo y lo denunció por haber realizado acciones de pérfida corrupción.
En esa época apareció el recordado Richard Swing, un seudo artista que realizaba actuaciones para alegrar el entorno presidencial, al que contrató de manera irregular sin tener los méritos para asumir cargo alguno, una situación que le generó investigaciones, donde también estuvieron comprometidos parte de su cartera, fue realmente penoso cuando se prestó a burlar a la fiscalía.
Por estos hechos y otros, Martín Vizcarra, fue echado del cargo, y designándose a un nuevo presidente, Francisco Sagástegui, del Partido Morado el cual fue electo, tras pasar primero a la presidencia del Congreso, trámite regular para luego asumir la presidencia de la República, gobernándose la mesa directiva con un conglomerado de congresistas nacionales muy variopintos.
Con las maletas en el piso de palacio, Vizcarra Cornejo, al lado de sus ministros se despidió del gobierno tras consumada su vacancia, fue en esas circunstancias que apareció doña Zoraida Ávalos, quien como Fiscal de la Nación, inició un proceso investigatorio contra el expresidente que después abandonó, para que sea retomado cuando terminara su mandato, algo que nunca hizo.
Al retomar otro congreso la gestión política, Martín Vizcarra fue inhabilitado para dejar el cargo por diez años, lo cual le impidió participar en el nuevo congreso que encabezaba como número uno en el partido Somos Perú, en tanto seguían las acusaciones contra Vizcarra por efectos de corrupción tras desempeñarse como gobernador de Moquegua y luego captado por Kuczynski.
Con evidencias de todo tipo el expresidente fue denunciado por varios consejeros de su época de gobernante, quienes lo involucraron en diversos hechos criminales, destacando la empresa Obrainsa, un ex trabajador lo mencionó como receptor de sumas de dinero, recientemente un personaje “el turco” anunció que recibía fajos ocultos de dinero, pese a ello, sigue como intocable.
Ante tal situación de parálisis en la investigación, y la reciente anulación de dos cargos por sobreseimiento durante el caso Obrainsa, el congresista Héctor Ventura lo acaba de denunciar constitucionalmente, ¿esto hará posible que la justicia abra los ojos? y recuerde que las acciones penales se aplican a los peruanos que han delinquido, aunque se apelliden Vizcarra, el tiempo dirá.
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