Trabajadores de la mina las Bamba tomaron las calles en Lima, Cusco y Arequipa

Cientos de empleados de la empresa minera MMG tomaron las calles de Cusco, Arequipa y Lima para exigir al Ejecutivo que atienda sus reclamos y resuelva en conflicto social en Challhuahuacho que obligó a suspender las operaciones mineras. No obstante, las comunidades protestan por compromisos incumplidos de la compañía minera. El diálogo volvió a frustrarse ayer.

La empresa minera china MMG suspendió sus operaciones en la mina Las Bambas el 20 de abril pasado debido a la protesta de las comunidades campesinas del distrito de Challhuahuacho, provincia de Cotabambas (Apurímac).

Como consecuencia de esa medida más de 9,000 trabajadores han sido afectados. El pasado miércoles en horas de mañana los servidores de la mina volvieron a protestar con marchas y plantones en las ciudades de Lima, Arequipa y Cusco. Antes, el 4 y 5 de mayo, también hicieron marchas y no fueron escuchados.

Encadenados y con pancartas -en las que exigen que el Estado garantice el derecho al trabajo- pidieron al gobierno del presidente Pedro Castillo que resuelva el conflicto que se mantiene en el distrito minero de Apurímac.

No obstante, hay que precisar que las demandas de las comunidades campesinas de Challhuahuacho no son al Ejecutivo sino a la minera Las Bambas. Fuerabamba y Huancuire, por ejemplo, están en paro por el incumplimiento de compromisos de la compañía. La primera comunidad exige la entrega de 180 hectáreas de tierras para labores agrícolas y la segunda pide que garantice un proceso de consulta previa para el tajo Chalcobamba.

LOS DERECHOS LABORALES

Los empleados de Las Bambas defienden sus derechos. “El trabajo debe ser objeto de atención prioritaria del Estado”, se leía en uno de los carteles que portaban los trabajadores.

En Cusco, la movilización de los trabajadores, también encadenados, empezó en la plaza Túpac Amaru. Su reclamo es que el gobierno asegure la paz social en Challhuahuacho para el reinicio de las operaciones de producción de cobre en la mina Las Bambas. En esta región son cerca de 3,500 ciudadanos que tienen vínculo laboral con Las Bambas.

El secretario de Economía del Sindicato de Trabajadores de Las Bambas, Alcides Almanza, dijo que, si bien la empresa todavía les paga sus remuneraciones, ha aplicado la medida de darles vacaciones adelantadas. El temor de los servidores es que sus contratos sean finalizados.

La suspensión de las operaciones de Las Bambas, según fuentes oficiales, genera pérdidas diarias por 5.5 millones de soles.

EL DIÁLOGO FRUSTRADO

La posibilidad de que el diálogo se imponga es lejana. El pasado fin de semana se volvió a frustrar, por tercera vez en una semana, un nuevo intento del gobierno para entablar las conversaciones. Los presidentes de las comunidades de la zona de influencia de la mina Las Bambas abandonaron la reunión con el Ejecutivo, que había empezado al mediodía, porque no hubo acuerdo sobre el planteamiento del gobierno.

La ruptura ocurrió así. Los dirigentes demandaran el levantamiento del estado de emergencia en los distritos de Challhuahuacho y Coyllurqui para que exista condiciones para el diálogo. A esto el ministro Sánchez Palomino manifestó que el Ejecutivo plantea restablecer la paz social, lo que significa no hacer ningún uso de fuerza del orden.

Y eso implicaba firmar «el compromiso de la paz social» entre comunidades, Las Bambas y el Ejecutivo, quienes asumen el compromiso de garantizar paz social, como condición para levantar el estado de emergencia. En ese momento, los comuneros procedieron a retirarse de la reunión.

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