Después de 31 días de haber sido acribillado con armas de fuego
Ningún padre está preparado para la muerte de un hijo. Las creencias supone que los padres no viven más que sus hijos.
Es importante recordar que el tamaño del dolor de su pérdida no lo determina la edad del hijo que perdió ya que este dolor se siente en cualquier edad.
Los padres con hijos jóvenes están involucrados de forma íntima en sus vidas diarias; la muerte cambia todos los aspectos de la vida familiar y suele dejar un vacío enorme.
La muerte de un hijo más grande o adolescente es difícil porque los niños de esta edad comienzan a alcanzar su potencial y a volverse personas independientes.
Así es el trágico caso de Denilson Huaraca Vilchez, un joven de tan solo 22 años el cual fue asesinado por la Policía Nacional del Perú en la emboscada del 09 de febrero en Iscahuaca, Aymaraes. Los hechos fueron reconstruidos por dos medios de comunicación (Wayka en colaboración con Diario Expresión) que, basándose en testigos y evidencias declaradas, lograron ilustrar cómo se realizó el atentado y las incongruencias del caso.
ANHELO TRUNCADO
Dionisio Huaraca y Dolores Vilchez también se encuentran en duelo por las esperanzas y los sueños que tenían para su hijo, el potencial que nunca se logrará y las experiencias que nunca compartirá.
El progenitor perdió a dos hijos en menos de un año, Emilio, el mayor que dejó de existir un 14 de abril del 2022 y Denilson, el último de los hijos, que falleció el 9 de febrero 2023.
“Papá, el dolor de estas pérdidas siempre será parte de usted. Pero, con el tiempo, la mayoría de los padres hallan una forma de avanzar y vuelven a sentir felicidad y a encontrar un significado en la vida”. Expresa Marcelino Huaraca, hermano mayor de la víctima.
Denilson, a su corta edad apenas iniciaba la formación de su carrera profesional; 4 días después de su fallecimiento, el 13 de febrero, iniciaba con sus clases de Mecánica Automotriz en SENATI, pero ese deseo se quedó truncado.
VIAJE DE LÁGRIMAS Y DOLOR
El pasado 12 de marzo del año en curso, los padres de Denilson, junto a los hermanos mayores, familiares y amigos emprendieron un viaje al lugar donde perdió la vida, exactamente a Iscahuaca en Cotaruse – Chalhuanca, en la provincia de Aymaraes.
Después de más seis horas de viaje, la comitiva familiar llegó y ubicó el sitio donde Denilson perdió la vida, en el lugar se escuchó llanto y se sintió el dolor que se mostró entre el grupo familiar; un lugar inhóspito donde solo se puede sentir el silbido del viento, intenso frío, relámpagos y lluvia amenazante.
CEREMONIA ANCESTRAL
Dionisio y Dolores, progenitores de Denilson, iniciaron con la ceremonia ancestral “Qayapa”, con rezos, oraciones y el cántico religioso, recomendando al Todopoderoso el espíritu de su amado hijo que descansa en paz; también ofrendaron a Dios con frutas, bebidas, comida y prendas como “pagapa”, para que su alma alcance la gloria de Dios.
“Hijo mío eras quien nos protegía y atendía, ahora quién lo hará, dejas un inmenso vacío en nuestros corazones”, expresó Dolores entre lágrimas; Dionisio su padre hizo la “qayapa”, levantando una gruta de piedras y una cruz como parte de identificación en el lugar de la muerte.
Dionisio: “Ochita, ya estarás en el cielo a lado de Dios y tu hermano, pronto haremos una gran familia en el reino de Dios”, dijo entre lágrimas.
JUSTICIA A PASO LENTO
Han transcurrido más de 30 días calendarios desde aquel 9 de febrero del 2023, donde un grupo de efectivos policiales “emboscaron” el camión donde Denilson Huaraca Vilchez retornaba junto a sus compañeros manifestantes, cuando de repente oyeron disparos de armas de fuego de largo alcance, cuando uno de los proyectiles de bala atravesó el cuerpo de “Ochita”, desde aquel día las autoridades del Ministerio Público aún no avanzan con las investigaciones para dar con los responsables del asesinato, aún peor, hasta la fecha los responsables de la investigación no han tomado las declaraciones de los testigos aduciendo que no pueden ubicarlos, cuando, según indican los mismos testigos, no han sido notificados para su declaración en el centro poblado de Huancabamba.
Se espera que las investigaciones se realicen con rapidez y que este cruel asesinato no quede archivado como, al parecer, se pretende realizar.