Por Francois Villanueva Paravicino

La primera impresión que sentí al disfrutar de la pluma del destacado escritor Carlos Enrique Saldívar en su libro El otro engendro y otros cuentos oscuros (Bisonte Editorial, 2019) fue el casi perfecto dominio del lenguaje y del estilo con el que deshilvana las historias que poseen los tópicos que caracterizan al género de terror y de misterio: monstruos que son experimentos científicos, vampiros de vida inmortal, demonios o diablos que asesinan personas, el erotismo o el deseo libidinoso precedente a la muerte, hechos sobrenaturales, entre otros.

En efecto, los narradores de los relatos, ya en tercera o en primera persona, manejan un estilo sucinto y plástico, que refiere las anécdotas, hechos o tragedias con una claridad y agilidad atractiva, que evita digresiones innecesarias si la historia no lo amerita. El relato que definitivamente trasciende por su desarrollo literario y por su pozo a tierra con el género que desarrolla es el que da título al libro, es decir, “El otro engendro”.

Aquel es un cuento que le rinde tributo a Mary Shelley y a su famosa creación: Frankenstein. Además, es el que combina el melodrama, el erotismo (que no es exclusivo de este cuento) y lo terrorífico con una destreza propia de un escritor consumado, que no avanza tanteando, sino de frente y con buen impulso. Por ello, buena decisión del editor y del autor de colocarlo de entrada en el libro.

El siguiente cuento, “Caída profunda”, nos detalla, de modo breve y conciso, que los matrimonios por interés económico y no por amor pueden resultar, al final, trágicos. La composición narrativa que continúa en el libro, “Tropo”, es una reflexión, desde lo sobrenatural y lo fantástico, de una maldición que en primera instancia es un lenguaje, una forma, un verbo. “El final de una leyenda”, siguiendo esa misma línea temática y de forma más breve, cuenta la historia de un famoso escritor de terror que, al final, muere atrapado por los demonios y por lo maligno que escribía en la obra que lo retiraría de las letras.

Otro cuento que también me atrapó fue “Buen gusto”, donde de forma fantástica un hombre poseído por el demonio y una mujer que, después se esclarece, es una licántropa, se encuentran en una discoteca; al final, el hombre-demonio devorará a la chica. “El doble de Santa” destaca porque el narrador siembra lo terrorífico en una fecha especial: nochebuena. “Del espejo roto” desarrolla el castigo divino, o sacrílego, que le cae a un hijo que es el dolor de cabeza más grave de su padre. “Invocación diabólica”, como su título señala, ahonda en las oscuras consecuencias de lo satánico.

El relatito brevísimo “B” reflexiona sobre un asesino serial: bárbaro, brutal, bestial. “Difusión macabra” le rinde tributo a Stephen King. “Una historia de amor” reflexiona sobre una pareja que tiene gustos sanguinarios. “Ligofobia”, como su nombre señala, reflexiona sobre el miedo a la oscuridad que sufre una niña y que, al final, desaparece en manos de ella. “Cita con el desconocido” advierte de los peligros de caer en manos de alguien terrorífico con apariencia de ángel, que, incluso, es un demonio devora-hombres. “Noche sabatina” ahonda, de forma breve, sobre las entrañas de la urbe.

Como destaca el propio autor del libro, diecisiete de los dieciocho cuentos de la entrega ya habían sido publicados en revistas impresas o digitales de Perú como de países extranjeros, desde el 2011 hasta el 2018. Y desde entonces Carlos Enrique Saldívar viene cosechando premios, como haber sido Finalista de los Premios Andrómeda de Ficción Especulativa 2011. Finalista del I Concurso de Microficciones, organizado por el grupo Abducidores de Textos. Finalista del Primer concurso de cuento de terror de la Sociedad Histórica Peruana Lovecraft. Finalista del XIV Certamen Internacional de Microcuento Fantástico miNatura 2016. Finalista del Concurso Guka 2017 o, también, Mención honrosa en I Premio Literario Valle del Pillko.

Según el editor del libro Joe Montesinos Illesca: “En la cumbre del cuento peruano, El otro engendro se inscribe dentro de la ciencia ficción y el terror, como intratexto de la novela de Mary Shelley, el cual renueva el mito de aquel clásico: Frankenstein. Acompañan a este cuento otros diecisiete, donde la figura del monstruo y sus perniciosos actos son el eje central.

Por su parte, el estudioso de la literatura fantástica en el Perú, Elton Honores, destacó: “El otro engendro de Carlos Saldívar fábula sobre la base del intersticio en uno de los episodios de Frankenstein, novela de Mary Shelley: cómo adquiere el monstruo la noción del mal. Saldívar sorprende con un relato bien escrito, que no solo es un homenaje, sino que sirve de pretexto para mostrar su noción del mal humano”.

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Francois Villanueva Paravicino

Escritor (1989). Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o, de su propio país como de países extranjeros. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España. También, ha sido distinguido en otros certámenes literarios.