Habría sido aplastado por sacos de papa

El día 06 de abril, siendo aproximadamente las 16:35 pm, el personal policial de Pacucha, mientras realizaba un patrullaje integrado por las diferentes comunidades juntamente con Serenazgo, hallaron un vehículo estacionado a un lado de la vía, quienes alertaron que se encontraban brindando auxilio en un accidente de tránsito suscitado a la altura de la comunidad de Anccopaccha.

El accidente de tránsito fue protagonizado por una Moto Carga, con placa de rodaje 1133-7X, que era conducido por Wilian P. I. (40), quien habría perdido el control del vehículo producto del estado de la vía y se despistó. El resultado de este accidente fue un menor gravemente herido que perdió la vida mientras era trasladado al Centro de Salud.

HECHOS

Según las declaraciones del conductor del vehículo, antes del accidente se encontraba trasladando sacos de papa a bordo del vehículo moto carga y que el menor, de iniciales D. D. C. O (07), habría subido de manera inconsulta encima de la carga y que al perder el control y despistarse de la vía, el vehículo se volcó con la carga y aplastó al menor. Además, refirió no contar con licencia de conducir ni SOAT, por lo que el personal policial procedió a detener a dicho conductor por estar inmerso en el presunto delito de homicidio culposo.

Por otro lado, el menor fue hallado gravemente herido y lo trasladaron de manera inmediata hasta el Centro de Salud de Pacucha, donde fue atendido por el médico de turno, quien solo pudo verificar que el menor llegó sin signos vitales, señalando el posible deceso como: fractura de bóveda de cráneo y paro cardíaco, al haber fallecido en el trayecto por la gravedad de sus lesiones (TEC severo).

Del hecho se dio parte al representante del Ministerio Público y al personal policial especializado, quienes continuarán con las investigaciones del caso.

ÚLTIMO ADIÓS

Antes de llegar a su última morada, el féretro del niño fue llevado a su casa del saber, la escuela “Brisas de Pacucha”, donde sus compañeros de estudio, amigos y sus profesores se despidieron formando un callejón humano y dándole el último adiós; luego partieron sobre los hombros de sus profesores y familiares hasta el campo santo de Pacucha.

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