“Perú Libre” rechaza a Dina Boluarte, y le recuerda que fue echada de la izquierda extremista que participa en el congreso, tal como ocurrió con Betssy Chávez, expulsada por Vladimir Cerrón, a Pedro Castillo si le permitieron que renuncie, en tanto, frente al mandato constitucional de Dina, los rojos borran con el codo lo que escriben con la mano, dejando a Dina e en condición de paria.
Dina Ercilla Boluarte, hoy presidente de la república por sucesión, pasó de estado de gracia tras ser perdonada de delitos de función y otros, a gobernar (con apoyo de la oposición) con acciones reglamentarias , luego que Castillo pateó el tablero y usurpó el poder, sin prever esto, la izquierda presentó un informe favorable a favor de Dina contra las denuncias constitucionales en su contra.
La actual presidenta, empero, no es una perita en dulce, todo lo contrario, en su contra existen denuncias ocurridas desde el tiempo de Vladimir Cerrón, por ser tesorera del partido y haber desarrollado la tarea de cumplir las exigencias económicas del secretario general de Perú Libre como reparación civil, para obtener su libertad, tras ser procesado e impedido de postular el 2021.
La oposición si bien apoya a Dina Boluarte Zegarra en la lucha que enfrenta a la izquierda radical, incluso contra los caviares por sostener el libre mercado y hacer viable al país, permitiendo la recuperación de la economía, no deja por alto, su enfrentamiento que libró contra Pedro Castillo y sus acólitos y Perú Libre como partido, por tener que lidiar con los impresentables del gabinete.
Boluarte viene siendo investigada por la fiscalía de corrupción de funcionarios y lavado de activos, desde que se incorporó a Perú Libre y participó de las acciones realizadas por Vladimir Cerrón y sus seguidores, incluido Pedro Castillo, como candidato a la presidencia, la tesis fiscal tiene claro que durante la investigación se encuentran comprometidas exautoridades integrantes de bandas.
El golpe de estado propiciado por Castillo Terrones benefició a Dina Boluarte porque logró que por mandato de la constitución no pueda ser sentenciada, mientras ostente la presidencia de la república, pero de darse una investigación preparatoria, el ministerio público tendría que solicitarle al congreso allanar el camino para denunciarla constitucionalmente por su alto cargo.
Pero quizá en el caso de la presidenta de la república el camino sería aún más complicado, que en el caso de Pedro Castillo Terrones, porque se requeriría de un antejuicio, que se prolongaría a cinco años, de allí, que la salida para que Dina Boluarte Zegarra abandone el cargo, sería a través de una renuncia, tras ello, la presidenta de la república tendría que llamar a elecciones generales.
En tanto, lo que pretende la izquierda radical y los caviares es jaquear la mesa directiva y tomarla por asalto para defensa de sus propios intereses, colocando una presidencia congresal de rábanos teniendo como cabeza a Flor Pablo y luego sea esta la que asuma la presidencia de la república provisionalmente, llamando luego a elecciones generales a su medida, con presencia de radicales.