El crimen organizado, tipificado por los organismos de justicia, a las organizaciones políticas, que han delinquido, ha generado situaciones de escándalos, por el empleo de lavado de dinero, que es una operación que consiste en hacer que los fondos o activos obtenidos a través de actividades ilícitas surjan como fruto de actividades legales y circulen sin problema en el sistema financiero.
La palabra “lavado”, tiene su origen en Estados Unidos en los años 20, fue el momento, en que las mafias norteamericanas crearon una red de lavanderías para esconder la procedencia ilícita del dinero, conseguido a través de sus actividades criminales. El mecanismo consistía en presentar las ganancias procedentes de actividades ilícitas como procedentes del negocio de las lavanderías.
Es importante indicar, que mandatarios de los diversos Estados de Latinoamérica, presididos por personajes como Lula Da Silva (Brasil) Hugo Chávez (Venezuela), Cristina Fernández (Argentina) entre otros, participantes de una corriente de orientación socialista, formaron parte del Foro de Sao Paulo (Brasil) dirigido a sostener la presencia de la izquierda en países de Sudamérica y otros.
El auge de los Estados socialistas, permitió que se generara la corrupción en los gobiernos de izquierda, los cuales percibían sumas de dinero, de carácter ilícito, siendo el Estado de Brasil, durante la administración de Lula Da Silva, el que generó una profunda corrupción, a través de empresas constructoras, involucrando a ciertos países de la región, con presidentes procesados.
Es por esto que mandatarios y jefes de partidos políticos como Ollanta Humala, Alejandro Toledo, Keiko Fujimori, vienen siendo investigados, empero como los aportes por campañas, por sí solos no configuran delitos, los jueces han adoptado la figura de testigos protegidos para abrir las mafias enquistadas en las organizaciones políticas, descubriéndose así la ejecución de lavado de dinero.
Ciertos partidos políticos, mal asesorados, cayeron en ilícitos, al declarar sus aportes de campañas, colocando en sus registros nombres y apellidos falsos, algunos de los supuestos aportantes, o denunciaron o fueron interrogados, esclareciéndose la verdad, siendo insólito, que mucho de los aportes no se justificaban, si se tiene en cuenta, los escasos recursos que poseían estas personas.
La constructora brasilera Odebrecht que postula a colaborador eficaz, ha venido entregando información al Ministerio Público, respecto a sus ilícitas operaciones, con el objetivo de ser premiada, como ocurre en Brasil, en el marco de la figura de delación; pero además se tendrá que contrastar, si existe documentación que establezcan los sobornos que hayan generado en el país.
Está claro, que existe una línea muy delgada entre la justificación y las denuncias, de que son objeto las organizaciones políticas que generan sospechas, mientras siguen apareciendo cifras de entrega de dinero negro, el debate, se halla, por sostener si los candidatos, manejaban el tema de las finanzas o no; de ahí, que algunos tratan de distanciarse, de quienes manejaron los recursos.