El sábado 22 de abril, un día antes del Día Mundial del Idioma Español, presenté el poemario Hermanos elfos (Editorial Amarti, 2023) de Carlos Casas en el Centro Cultural de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga (UNSCH). El auditorio se llenó y celebró las presentaciones de mi persona, la del editor Luis Eduardo Ayala Pérez y la del autor. Además, hubo actuaciones musicales del poeta Ronal Pérez y de la Tuna Universitaria de la UNSCH, que tiñó de fiesta al evento.
Luego de la presentación, participamos en un recital poético en el elegante restaurante ayacuchano Tejuelos junto con los representantes de la Asociación de Escritores de Ayacucho (AEDA). Allí conocimos a un periodista peruano radicado en México, Marco Uriona, con quien conversamos acerca de las similitudes entre la cultura mexicana y la peruana, los escritores canónicos de ambos países, sus artistas y sus representantes políticos.
También, un día antes, el viernes 22 de abril, en el Pasaje de la Cultura de Huamanga, presenté mi último poemario Los placeres del silencio (2023) junto con Deus ex machina (2016) del escritor Ricardo Ríos y Castillo de melancolía (2023) del joven poeta Alexis Bautista. Es decir, este fin de semana se desarrolló de forma ajetreada y muy artística. Ayacucho, en su calidad de provincia, lucha por defender la calidad de su oferta cultural con encomiable esfuerzo.
Sobre el poemario de Carlos Casas, yo destaqué en la presentación del libro que tiene un diálogo poderoso y casi intrínseco con su primer libro, Hada mandarina (Sol Negro, 2015). Recordé que los trabajos de los escritores siempre tienen vasos comunicantes entre ellos, y como refrendaba nuestro Nobel peruano (Mario Vargas Llosa), los temas son los que nos eligen y nos señalan como una cruz en la frente, repitiéndose de formas parecidas o camufladas en toda la obra completa del autor.
Por ejemplo, señalé en este libro el marcado cromatismo que se revela en los poemas, como en “Soy azul”, “Marquesito carmesí”, “Gnomos pardos”, “Baronesa lila”, “Ariel azur”, etc. Es decir, en Hermanos elfos existe un amor y un significado vital por los colores, y el autor hace uso de ellos para expresar ideas y sentimientos. En ese sentido, son simbolistas, metafóricos y figurativos, al igual que los poemas modernistas del siglo pasado.
Además, el poeta hace referencia a los paisajes y al exotismo. Se destacan los abordajes de los paisajes y su exuberante geografía, su vegetación, sus flores y sus hierbas, que son exuberantes y etéreas. Todo esto está trabajado y planteado con un exotismo bien logrado. Es decir, el hablante lírico encuentra un gran placer en lo foráneo e incluso en lo orientalista.
Existen referencias clásicas, pues el poeta se refugia en la cultura griega y latina, así como en otras culturas con gran mitología literaria, y así podemos encontrar menciones a Minos, Proserpina, Teseo, Baco, etc. También se destaca el aprecio por los seres mitológicos o mágicos, como los gnomos, los ángeles, los elfos, los trolls, los serafines, los monstruos, los dioses, entre otros.
Por otro lado, el poemario posee un tono noble y distinguido que se camufla en la voz de los hablantes líricos de cada poema. El poeta alude a seres aristocráticos, de alta alcurnia, como si buscara respuestas en seres nobles de la realeza y de los palacios. En ese sentido, existe un aura principesca que se percibe en poemas como “Lady blue” o “Condesa tulipán”. Además, el poeta aborda, como una invisible columna vertebral, el Eros y el Tánatos en el poemario, como si fueran dos caras de la misma moneda. Esto ocurre en “Hades principito” o en “Eros leopardo”.
Sobre el aspecto formal del libro, es evidente el uso del verso libre y de las estrofas libres, lo que implica, como confirmaba el gran escritor argentino Jorge Luis Borges, un mayor desafío que escribir poesía con métrica, al menos para los poetas que se exigen demasiado en su arte. Además, la mayoría de los poemas están escritos sin rimas asonantes ni consonantes, es decir, también son de rimas libres.
Sobre las figuras literarias que utiliza el poeta, encontramos la repetición, las anáforas, las metáforas, los epítetos, los símiles, las sinestesias, entre otros. En este poemario, existe una riqueza de figuras literarias que incrementa su valor retórico. Además, como mencionamos previamente, destaca lo metafórico, lo simbólico, lo figurativo y lo sugerente en el aspecto formal, es decir, lo moderno. Podríamos calificar este tipo de poesía de enigmática, oscura y hermética como lo hizo Hugo Friedrich.
Entre los versos que más me gustaron encontré estos: “Era más dulce la vida cuando éramos niños// cuando éramos niños dos flores giraban sonrisas/ tallábamos piedras y contábamos estrellas/ veíamos cómo se zarandeaba la torva ira/ era un buen final para sucumbir invernando/ la bonita historia se acurrucaba en tu lengua de baya/ mamá decía que yo era el mejor y a ti te hizo un oso hormiguero”. Pertenecen al poema “Hermanos tulipán” y son geniales.
También estas líneas del poema “Baronesa lila” me parecieron destacadas: “Tallé una esperanza en mi sonrisa rosada/ mi deseo corría cual campo de núbil musa/ es una manera de llegar a nuestro amor desnudo/ forjé una vida de hierro para elevar una torre del alba”. O en el poema final “Diana ondina” enfatizo los últimos versos: “el corazón detenido es la amalgama de sus manos/ muerto el azul para injertarse en los elisios/ sola la ondina para acuchillar a la amenaza de aquella diva/ azul y ondina son alimentos en aguas limpias/ azul y ondina son principios de un amor interminable”.
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Francois Villanueva Paravicino
Escritor. Cursó la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Estudió Literatura en la UNMSM. Autor de Cuentos del Vraem (2017), El cautivo de blanco (2018), Los bajos mundos (2018), Cementerio prohibido (2019), Sacrificios bajo la luna (2022), Los placeres del silencio (2023). Textos suyos aparecen en páginas virtuales, antologías, revistas, diarios y/o. Mención especial del Primer Concurso de Poesía (2022) y de Relatos (2021) “Las cenizas de Welles” de España. Semifinalista del Premio Copé de Poesía (2021). Ganador del Concurso de Relato y Poesía Para Autopublicar (2020) de Colombia. Ganador del I Concurso de Cuento del Grupo Editorial Caja Negra (2019). Finalista del I Concurso Iberoamericano de Relatos BBVA-Casa de América “Los jóvenes cuentan” (2007) de España.