Cuando por primera vez, escuchamos el término “ideología de género”, pensábamos, que se trataba de un tema relacionado a la mujer; y esto pasa, porque cada vez que alguien se refiere al sexo femenino; utilizan la expresión “género”, lo que ha venido ocurriendo permanentemente, durante los procesos electorales; donde se requiere de “cuota de género” para elaborar las listas.

Pero si a esta expresión se le antepone el término “ideología”, estamos hablando de una corriente de pensamiento; una tendencia; o una doctrina; y si pretendemos esbozar alguna interpretación; estaríamos hablando de tendencias sexuales, y esto es lo que se proyecta explicar a los educandos, en el proceso de asimilar los comportamientos humanos, en una sociedad discriminatoria y fóbica.

Si bien, el estudio, de los fenómenos humanos, corresponde a la ciencia de la psicología, por sentido común; no hay nada más irreverente, que a alguien le digan que existen algunos seres humanos, que no son hombres ni mujeres; que pertenecen a un tercer sexo, aunque su fisonomía pueda ser de un hombre o de una mujer; o tener de los dos; como si se tratara de un andrógino.

Más allá de este análisis; nadie se ha puesto a pensar, respecto a la causas de los desviamientos sexuales; si se nace hombre o mujer, o si en esa apariencia sexual se engendra un ser distinto, que va tomando forma, conforme va reconociendo sus tendencias sexuales; y sus apetencias; empero, aún dentro de esta situación, se encuentran diferencias sustanciales, sean físicas u hormonales.

Existen una serie de aspectos, que hacen la diferencia, y generan actitudes repulsivas a unos respecto a otros; tras su accionar en la sociedad, sea por la forma de hablar, o conducirse; como el amaneramiento; o las degeneraciones que trasmutan a un ser supuestamente normal en un transgénero; transexual; homosexual; bisexual; una serie de mutaciones; que causan homofobias.

Una persona homosexual, a veces no es advertida dentro de la sociedad; generalmente, se auto descubre; cuando entiende su incomodidad en el quehacer cotidiano; en busca de generarse una identidad; que popularmente se conoce como salir del closet; así, personajes de la farándula; de la literatura; la economía, la empresa, se han dado a conocer con tendencias sexuales impensadas.

En una sociedad como la nuestra, de patrones conservadores, religiosos y morales, es muy difícil asimilar una relación homosexual, que requiere de sociedades liberales, no porque algunos adopten una opción sexual diferente; sino a causa que esa tendencia resulta anormal, además el comportamiento de algunos generan repulsión; puesto que nuestra naturaleza exige moralidad.

No se concibe, que alguien oficialice una relación matrimonial contranatural, cuando los códigos cristianos, y morales promueven la institución de la familia y la procreación de hijos, de ahí, que la ideología de género; es por ahora perjudicial y maligna; si se quiere amar a alguien y viceversa, tiene que hacerse dentro de un contexto moral, y esto se logra con la unión de seres normales.

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