En estas épocas, las precipitaciones pluviales, acompañadas de rayos y truenos, son frecuentes y casi normales, y con esto ha sabido convivir el poblador andino; cuando se ilumina el cielo; es un anuncio de que se va a desencadenar una tormenta; pero para lo que es una costumbre en zonas de la sierra; es todo un suceso en ciudades como la capital del país, donde casi no existen lluvias.

Empero, en las últimas horas; la caída de huaycos, con lodo y piedras en localidades como Santa Eulalia (Chosica); ha producido un caos de grandes consecuencias; porque aunque el fenómeno no es nuevo; pocos están preparados para asumirlo; en poco tiempo las inundaciones han hecho presa de la población; pues se habla de cien viviendas afectadas, y muchas gentes damnificadas.

Una vecina de ese sector del país, entrevistada por una emisora radial, señaló que era testigo de varios huaycos a lo largo de su vida; en efecto; siendo un lugar cálido en ciertas épocas; por lo cual mucha gente acude a cambiar de ambiente, y disfrutar de juegos recreativos con sus hijos; o visitar recreos; también suele ser muy frío, en zonas como Matucana o Huarochirí; por la altura.

Las lluvias acompañadas por deslizamientos de tierra son muy peligrosas, en la sierra, por ejemplo, ya cobró la vida de varias personas; es por esto, que se debe tener cuidado cuando se viaja por carreteras, en épocas de precipitaciones, se tiene que tener cuidado, y protegerse; dos aludes de tierra, enterraron en vida a dos ingenieros, quienes no tomaron los recaudos necesarios.

Los primeros años que residimos a Andahuaylas; nos decían algunas personas con quienes teníamos amistad; “no tenga miedo con los rayos”; la verdad que fue impresionante, escuchar truenos y ver iluminadas las lunas de una institución, donde se realizaban cursos de computación; pero si en la ciudad no ha caído ningún rayo; daba la impresión que esto podría ocurrir alguna vez.

Pero, si esto no pasa en la ciudad, porque está protegida con pararrayos; en lugares de pastoreo, la gente sufre los embates de la naturaleza; sobre todo en lugares de gran altitud; por ello no es extraño que se diga; que algunas personas fallecieron mientras pastaban su ganado, porque un rayo los fulminó; la naturaleza es así; cuando aparece lo hace con fuerza y arrasa lo que encuentra.

Cuando vivíamos en Lima; solo sufríamos en las épocas de invierno; porque más allá del frío intenso, este es acompañado por la humedad, que es muchos más terrible, y causa estragos en la salud de las personas; los que más la sufren son aquellos que radican en los balnearios; las lluvias de esas épocas; solo eran garúas; de chicos, nos guarecíamos utilizando casacas impermeables.

En Andahuaylas, soportamos a pie lluvias torrenciales; que siempre causan daño a las viviendas que no están protegidas; pero lo que nos hace renegar es la falta de previsión, cuando se transita por las calles, y las pistas se convierten en ríos, y los aleros, prácticamente no existen; volviendo al tema de los deslizamientos; urge tomar medidas para evitar tragedias que podamos lamentarnos.

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