Como se diría, “se les presentó la virgen” a todos aquellos que postularon al congreso, incluidos los apurimeños, que hoy gozan de los placeres del poder, con emolumentos desafiantes que le permiten una vida ancha de confort, viáticos, viajes, comilonas, gratificaciones, gastos insulsos rembolsados sin tener derechos, recorte de ingresos a trabajadores, como corolario del dominio.
El mundo seguirá siendo injusto con los peruanos de a pie, cada vez que se mencione a los altos funcionarios públicos como presidentes, ministros, funcionarios intermedios, parlamentarios, jueces, fiscales, banqueros, y todos aquellos que facturan sueldos por encima de la media remunerativa, 25 mil, 30 mil, 40 mil, 50 mil, son honorarios de los altos ejecutivos de los poderes.
Recientemente se ha descubierto que un congresista de Acción Popular, del grupo de los llamados “niños” se permitiera exigir reembolsos de gastos personales, como gastos por el día del padre, cumpleaños de los hijos, y del propio legislador, para que lo paguen todos los peruanos, que es .lo que ocurre al destinarse pagos mal habidos sin generarse una justificación de comisión de trabajo.
No estaría demás, que tras exigirle resultados a los representantes del parlamento, también se investigue la aplicación de sus recursos en la vida personal, porque se vienen dando casos que muchos padres de la patria actúen sinuosamente sin dar cuenta de sus acciones corruptas, como utilizar a sus trabajadores para que abonen a cuentas impropias, queriendo ocultar dineros ilícitos.
Lo que resulta lamentable es que algunos legisladores abusen sin pudor de sus colaboradores para recortarles sus haberes y en ese sucio propósito, se generen ingresos adicionales a los pingues que perciben en sus jugosos sueldos, que ya quisieran para sí un egresado de una universidad, tras años de “quemar sus pestañas” sin retribución suficiente para sostener a sus familias en orfandad
En momentos que se anuncia la elevación de ingresos de funcionarios del estado de gobiernos locales y otros tras cumplir los requisitos de ley en marco de la meritocracia, hay otros peruanos que tragan saliva por falta de empleo público y privado, el gobierno acostumbra a anunciar labores temporales para capear el clima, empero los ingresos del país se generan desde la informalidad.
La población tiene que “romperse el lomo” en el día-día, vendiendo cualquier cachivache como se dice popularmente para llevarse un pan en la boca, hacerla de mercachifle se ha convertido en una práctica cotidiana, buscar un puesto en el mercado para preparar alimentos o vender hortalizas, dignifica al trabajador, que lucha por sostener a su familia, y permitirse la convivencia.
La televisión insulta a los más pobres, cada vez que presenta concursos de comida con insumos fuera del alcance popular, en momentos que salir a los mercados genera gastos increíbles porque los precios no se sustentan con los haberes del ciudadano común, que tiene que apelar a la deuda para alimentarse, cada vez que se repite, la gente que ve la tele sufre la amargura de la pobreza.
Con este escenario de pobladores con economías raleadas, se muestra la insensibilidad de los gobernantes, que no atinan una, para proveer a los ciudadanos de productos al alcance popular como aquellos “de la chacra a la olla” registrados durante la pandemia, hoy todo es costoso e imposible para algunos, que pena que los recursos públicos y privados sean tan mal distribuidos