Carlos Iván Landa Kerschbaumer
El congresista Jorge Montoya (Renovación Popular) sacó el látigo, cansado de que los organismos de derechos humanos como la CIDH y otros, como la OEA, a quienes se acusa de emitir informes sesgados e interesados, ideológicamente, favoreciendo reiteradamente a las organizaciones de izquierda y causando dudas, aboga para que nuestro país prescinda de instancias internacionales.
Aunque la política del exterior la dirige la presidencia de la república personificando al Estado, el almirante Montoya, acusa recibo, por la reiteración de golpes contra la democracia en los casos que se ha requerido del concurso de la entidad supranacional cuya composición más política que jurídica la integran representantes de ideología antiliberal, lo cual enfrenta a los expertos locales.
Pese a que muchos no están de acuerdo con su posición, el parlamentario formado en la Marina de Guerra del Perú, sostiene que viene recabando adherentes para presentar su propuesta a fin de que sea debatida en el pleno del legislativo, y se tenga una herramienta para perpetrar la salida del Perú de los organismos que realizan la defensa de derechos humanos pero con ciertos reparos.
Sobre el planteamiento del congresista Jorge Montoya salieron a opinar algunos especialistas como Domingo García Rada que aplaudió la propuesta, mientras legisladores de la izquierda caviar como Ruth Luque deploró la decisión y mostró su rechazo, en tanto el procurador Soria se mostró en desacuerdo considerando que el país no está en condiciones de prescindir de la CIDH.
El internacionalista Francisco Tudela afirma que no hay necesidad de renunciar a los organismos internacionales de defensa supranacional de derechos humanos para relegarse de su concurso, bastaría con no tener jurisdicción para que no les alcance su participación, ¿por qué es necesaria la presencia de la CIDH? para los entendidos su presencia es necesaria donde existe injusticia social.
Nuestro país, como sucede en países latinoamericanos y otros (Venezuela, Colombia, Bolivia, Nicaragua, México) está considerado con baja calificación al momento de aplicar justicia, existen muchos casos en que los inocentes están presos y los villanos están libres, algunos abogados sostienen que existen muchos errores como encarcelar por robar una gallina o una cesta de fruta.
En tanto, han existido varios planteamientos en el pasado para que en el país retorne la pena de muerte como castigo ejemplar contra los violadores y sátiros, el monstruo de Armendáriz y Pichuzo fueron abatidos por un pelotón en la cárcel de El Sexto, empero en la actualidad hasta el más avezado delincuente, homicida o feminicida tiene derecho de contar con derechos humanos.
Alentados por la vigencia de los organismos como el CIDH pueden sostenerse muchos terroristas con libertad y lograr impunidad gracias a la benevolencia de la justicia que les otorga las cortes internacionales, todo esto pasa porque somos incapaces de contar con magistrados capaces y probos, Estados Unidos, por ejemplo, no necesita de la CIDH porque sus jueces son transparentes.