Carlos Iván Landa Kerschbaumer
Las cosas se ponen “color de hormiga” en el régimen de Pedro Castillo Terrones, el arzobispo de Huancayo y Cardenal Pedro Barreto, en declaraciones públicas, salió al frente para exigir al presidente de la república “deje el cargo, por el bien del país” en otro momento, el prelado de la iglesia católica, dijo con contundencia, “no es posible que los delincuentes ingresen a la política”
Barreto Jimeno de 78 años de edad es una voz autorizada de la grey cristiana y sus opiniones son significativas. Fue el mismo cardenal quien en el pasado trató de solucionar la crisis política que vive el país, gestando como interlocutor una convocatoria de Estado con presencia de las fuerzas políticas y representantes de la sociedad civil, tomándole la palabra al mandatario, pero fue vano.
Como bien dice el cardenal Pedro Barreto Jimeno, la delincuencia esta enquistada en la política, “cross de izquierda y al mentón del mandatario”, como en el boxeo, ¿ganará por puntos o por nocaut? La verdad que el presidente Castillo ha hecho muy poco por revertir la situación, peor aún, con su discurso de plazuela de atacar a las autoridades que lo investigan y medios de prensa.
El prelado de la iglesia católica fue más allá, exigió además de la renuncia del inquilino de Palacio, la convocatoria a adelanto de elecciones porque el país no aguanta más, pero quien debe dar el primer paso es Pedro Castillo y quizá antes Dina Boluarte, pero para ello las bancadas deben dejar de complotar y pensar en el futuro, prescindiendo de jugosos emolumentos, por el bien del país.
La cadena de corrupción que existe en el país, con un presidente inepto, a quien el ministerio público sindica de jefe de una organización criminal ha intimidado hasta a los jueces de la corte suprema que ha decidido revocar la decisión de prevención preventiva de Yenifer Paredes la cuñahija de Castillo, por comparecencia con restricciones pese a sus ilícitos y no tener residencia.
Como sabemos Pedro castillo es un personaje impredecible, con una personalidad oscilante, nunca se sabe si sus decisiones pueden mantenerse hasta el final, porque muchas veces ha dado marcha atrás, luego de convocar a conocedores y expertos de gestión pública a su despacho, para conocer sus opiniones, las que luego desecha, porque lo suyo es la improvisación y la imprevisión política.
Hace unas horas, hizo público el retiro del ministro de Salud Jorge López Peña, pero luego el mismo fue convocado a Palacio con el investigado congresista Guillermo Bermejo y los abogados Raúl Noblecilla y Ronald Atencio, cercanos a Cerrón, a quienes la fiscalía ha puesto en la mira por supuesto patrimonio ilegal, que significa cobrar al Estado por servicios que no están autorizados.
Lo cierto es que nadie está cómodo con Pedro Castillo al frente de la presidencia de la república, porque sus desaciertos son monumentales, pues cada vez que se trata de hacer relevos en el gabinete, comete crasos errores con designaciones que en vez de remediar la situación, son peor que la enfermedad, de allí que ciertos congresistas asumen tener temor por los nuevos ministros.