Parroquia de San Jerónimo-Andahuaylas
El Consejo Pastoral Parroquial de San Jerónimo, nos dirigimos a la ciudadanía en general, respecto al último suceso del hurto del Niño Jesús de Reyes del distrito de San Jerónimo, provincia de Andahuaylas.
Consideramos necesario dar a conocer las siguientes precisiones, en honor a la verdad, debido a que algunos comunicadores han tergiversado sesgadamente algunos hechos y no como realmente sucedieron:
PRIMERO: El jueves 10 de noviembre, la persona de Simón Lazo Vivanco, al promediar las 7:40 de la mañana, sustrajo la imagen del Niño Jesús de Reyes, tal como las cámaras de video de la parroquia lo evidenciaron.
SEGUNDO: Enterados del hecho, se denunció a la policía. Y obteniendo la pista de que dicha persona vivía en Champaccocha-San Jerónimo, se formó una comisión de personas para ir en búsqueda del Niño; junto con la policía; la alcaldesa; Serenazgo, la Hermandad del Niño Jesús, y fieles de la iglesia, peinando toda la zona con la foto del autor del robo.
Al tener conocimiento que se le estaba buscando, el propio inculpado, se entregó a la policía. Pero NO para reconocer su delito o mostrar arrepentimiento. Sino para argumentar su inocencia, junto a su esposa; insistiendo que él NO había sustraído al Niño.
En la Comisaría de Champaccocha, en presencia de la policía, la presidenta del Consejo Pastoral de San Jerónimo, reiterativamente le invocó y suplicó que entregara al Niño Jesús de Reyes. Y, que por dicha colaboración, no iban a poner cargos contra su persona.
Es más, se le ofreció toda clase de apoyo, para que no salga mal parado de esta situación. Pero la pareja de esposos airadamente insistían en su inocencia. Luego la policía de Champaccocha, lo puso a disposición de la DEPINCRI-Andahuaylas y Fiscalía Provincial de turno, para los efectos de ley.
TERCERO: Finalmente, el mismo día de los hechos; gracias a una labor persuasiva; la PNP-de Andahuaylas, logra la declaración del detenido y regresan hacia Champaccocha, a altas horas de la noche; para rescatar al Niño Jesús de Reyes, del domicilio real de dicho inculpado. Para luego ser entregado al Párroco de San Jerónimo, Moisés Rojas Alcarraz, por el propio Coronel Alexis Lujan, en medio de la alegría y algarabía de los fieles presentes.
CUARTO: Es oportuno aclarar, que el Párroco de San Jerónimo, es el Padre Moisés Rojas Alcarraz, quien viene trabajando en forma seria y responsable, como pastor espiritual de la feligresía jeronimiana.
QUINTO.- El padre Adolfo Marcilla Patiño, no es Párroco, ni Vicario en la Parroquia de San Jerónimo, él es Capellán del convento de Totoral y promotor de la Escuela Particular “Vía Lucis”. Cuya administración se encuentra al margen de la Parroquia de San Jerónimo.
SEXTO: Simón Lazo Vivanco, en su defensa dijo: que había sustraído al Niño Jesús, para presionar el pago de una deuda, que le tenía pendiente a su hija, el padre Adolfo Marcilla, por haber trabajado en la escuela “Vía Lucis”, como docente de aula, durante un mes y medio. Hecho que No justifica el delito, de ninguna manera.
SÉPTIMO: No es cierto que el padre Adolfo haya citado a dicha persona a la parroquia, el día que sucedieron los hechos.
OCTAVO: Debido a esos problemas estresantes, Lazo Vivanco, el viernes 11 de noviembre, sufrió una descompensación en su salud; llamada por los médicos, como Ictus isquémico. Y NO UN DERRAME CEREBRAL, como mal informaron, algunos periodistas. Motivo por el cual fue trasladado al Hospital General Hugo Pesce Pescetto de Andahuaylas.
NOVENO.- El padre Adolfo Marcilla, se hizo cargo de todos los gastos médicos y canceló la deuda de 1200 soles, que le tenía a la hija de Simón Lazo. Y gracias a su pronta mejoría salió de alta del hospital, el día sábado 12 de noviembre.
DÉCIMO: Se sabe también, por fuentes oficiales, que el Fiscal Provincial de turno ha ordenado la libertad del inculpado Simón Lazo Vivanco.
DÉCIMO PRIMERO: Invocamos a las personas que ejercen la labor periodística, que realicen su trabajo de manera seria y responsable, investigando bien los hechos, sin desvirtuar, sin exagerar, ni sesgar la información; denigrando y dañando la honorabilidad de las personas; cuyo mayor afectado en este caso es el Padre Moisés Rojas, Párroco del San Jerónimo. Hecho que deploramos y exigimos la respectiva aclaración; en forma proporcional, en el mismo espacio y en el mismo tiempo que se ocuparon para dañar su buen nombre.