Hospital de Andahuaylas es uno de los más golpeados con la emergencia, a diario llegan decenas de pacientes con insuficiencia respiratoria, camas UCI están a punto de colapsar.
Situación crítica. Es una de las regiones consideradas en extremo riesgo. En este mes murieron 68 apurimeños a causa del virus. ¿Qué condujo a la región chanka a esta situación insostenible? Hubo un relajamiento de la población, pocos cumplían las medidas. A eso se suma la crisis sanitaria, cuatro intensivistas no se dan abasto para atender la emergencia.
Apurímac fue una región ejemplo en el control de contagios durante la primera ola de la pandemia. Sin embargo, ahora, junto a otras nueve regiones, ingresa a cuarentena rígida.
El disparo de contagios y defunciones llevó al Ejecutivo nacional a tomar la medida drástica. En este mes, fallecieron casi 70 pacientes, hay 143 hospitalizados y 109 contagios diarios, según la Dirección Regional de Salud (Diresa). El 24 de enero registró una de las tasas más altas de mortalidad: 54 defunciones por cada 100 mil habitantes.
Según un análisis del investigador del Centro Bartolomé de Las Casas (CBC), Jair Vargas-Ventura, en el último mes del 2020, la tasa de defunciones se incrementó en 44%. “El punto más alto durante el año”, refiere el investigador Jair Vargas-Ventura.
En paralelo empezó a crecer rápidamente la curva de contagios. Hubo un alza de 22% respecto a la semana previa. Es decir, de 100 testeados 22 daban positivo.
El Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) también registró el pico más alto de defunciones de los últimos años. Las muertes por semana se incrementaron en 54%: 20 más en la semana que cerró el 24 de enero. “Representa el tercer pico más alto de defunciones que alcanzó esta región durante todo el periodo de epidemia”, precisa Vargas-Ventura.
DESCUIDO Y PREVENCIÓN
¿Qué pasó para que Apurímac llegará a riesgo extremo? Algunas de las razones, según especialistas y periodistas, tienen que ver con el relajamiento de las medidas de prevención tras la reactivación económica, falta de pruebas de descarte, desabastecimiento de oxígeno medicinal, camas UCI y personal médico.
Según el director regional de Salud de Apurímac, Julio César Rosario Gonzáles, cuando empezaron las actividades económicas no se respetaron los protocolos. Aunado a eso, la gente bajó la guardia.
De igual forma, el ex director de Salud, Claudio Quintana, refirió que la falla estuvo en relajar las medidas de prevención tras la reactivación económica. Aumentó la movilidad, los contactos y contagios.
“Apurímac se confió. A esto suma que las medidas que se hayan considerado para el control del virus no fueron suficientes ni eficientes”, observa, por su parte, Vargas-Ventura.
CAMAS Y PERSONAL
El sistema de salud está al tope, dice el médico Claudia Quintana. La ocupación de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y de hospitalización bordea el 85%. “Nuestro segundo nivel todavía no llegó al 100% para el manejo de casos moderados”, precisó, por su parte, el director de Salud.
En los cuatros hospitales de la región (dos de EsSalud y dos del Minsa) hay 33 camas UCI, de las cuales 27 están ocupadas. Adicionalmente, hay apenas 203 camas hospitalarias: 127 están ocupadas.
La estrategia es ampliar UCI, pero, como en todo el país, no hay personal especializado que se haga cargo del manejo de los pacientes. “Así tengamos 100 o 200 camas sino tenemos profesionales el esfuerzo es inútil”, apunta Rosario Gonzáles.
Apurímac cuenta apenas con cuatro médicos intensivistas: dos en Abancay y dos en Andahuaylas, las dos provincias más pobladas de esta región. “No es un soporte que nos brindará al 100%, sin embargo, de acuerdo a la norma, estamos aplicando el sistema piramidal.Es decir, que un intensivista puede comandar un equipo de médicos de otras especialidades internistas, anestesiólogos, cardiólogos, para atender a los pacientes en UCI”, asegura Rosario Gonzáles.
Según el director de Salud, se hicieron gestiones para incrementar el número de personal ante el Ministerio de Salud (Minsa). No obstante, los especialistas no aceptan la oferta en Apurímac por la dificultad de accesibilidad y la ubicación geográfica.
El otro factor determinante es el económico. “A pesar que nosotros podamos ofertar una plaza, por ejemplo, para un intensivista con 15 000 soles por 15 días, no vienen, porque el intensivista en otras ciudades tiene la opción de trabajar un turno en un hospital y segundo turno en una clínica. Entonces duplica o triplica su sueldo. Así ocurre en las otras especialidades”.
OXÍGENO MEDICINAL
La falta de oxígeno es otro problema. Según la periodista apurimeña, Milagros Portilla, hay equipos para una planta de oxígeno recaudada por “Apurímac Respira”, pero está almacenados. Se recaudó el dinero en junio, llegó en octubre y hasta ahora no se instala por demora en la aprobación del presupuesto por parte del Gobierno Regional de Apurímac.
La planta está destinada a distribuir el insumo al área UCI COVID-19 del Hospital Regional mediante redes de tuberías a las camas. Según el director Rosario Gonzáles, solicitaron la instalación y la Región ya tiene el presupuesto. “Estamos esperando que venga la empresa que vendió la planta y la conecte”, explicó.
Apurímac actualmente cuenta con una planta de oxígeno donada por la minera Las Bambas e instalada en el hospital Guillermo Díaz de la Vega, el único nosocomio de referencia. “Tiene sistema para recargar los balones de oxígeno”, dice el funcionario.
MEDIDAS URGENTES
El médico Claudio Quintana prevé un panorama más crítico dentro de unas dos o tres semanas. “Va a ser peor, porque los contagios de estos últimos días se sentirán con fuerza dentro de unos 20 días. De acá en adelante es posible que el tema sea más crítico en Apurímac”, precisó.
En ese entender, consideró que deben aplicar las mismas medidas de la primera ola. “El trabajo que se hizo en un inicio obedece a un plan de respuesta comunitaria. Se hizo el cerco epidemiológico con el aislamiento de todos los casos positivos y sospechosos, así como de todos aquellos que llegaban de Lima y otras regiones. Bastaba que alguien llegue de la capital o el extranjero y se les aislaba por 14 días. Y ahí trabajaron los comités anti COVID-19 de las comunidades”, recordó.
La Dirección Regional de Salud de Apurímac anunció que aplicará unas 15 mil pruebas de antígeno a nivel regional para detectar casos. Además, destinó recursos para cubrir los CAS, repartió casi 500 balones de oxígeno para reforzar el primer y segundo nivel, entregó pulsioxímetros, 42 mil 995 mascarillas comunitarias, entre otras acciones.

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