Esto escribió un amigo y compañero universitario del Premier Guido Bellido

Lo conocí el 2008, en una reunión convocada por un Rector de la universidad en su antiguo comedor universitario, recuerdo bien aquella tarde, todavía muchos compañeros barrían el piso y limpiaban las mesas para luego llevarse la comida que había sobrado para su calentado de la noche o para su desayuno; aquella vez se hablaba de la construcción de un nuevo local y también sobre los beneficiarios, cuando se dijo que debía considerarse como comensales principalmente a quienes tenían buen rendimiento académico, recuerdo aquella voz de un muchacho de un metro sesenta, pecoso, de cabello rojo y flaco que al oído me decía: “¿estás de acuerdo?, qué va a pasar con todos esos compañeros que vienen de comunidades campesinas, que trabajan y estudian y que muy probablemente no tengan un buen rendimiento académico, ¿tú eres de provincia no? – me preguntó – Sí le dije, soy de Sicuani, me volvió a preguntar: a ti cuanto te mandan tus papás, ¿te alcanza?”, me dijo, – veinte soles le dije, a veces no como – le respondí, “ve, tú también necesitas comer aquí”, – me dijo -. Me motivó a decir lo que habíamos hablado, “porque no le dices esa realidad y que principalmente el comedor debe ser para todos quienes necesitan comer porque no tienen para su semana” – volvió a recalcarme –, me levanté de aquella silla y pedí la palabra, lo que más recuerdo, fue que todos me aplaudieron cuando terminé de hablar, cuando me senté, me dijo – te das cuenta, la mayoría está de acuerdo –. Desde aquella vez nos hicimos amigos, en todos los momentos que pasamos, siempre hablaba de lucha social, siempre hablaba de reinvindicar derechos y que la organización es la base para lograrlo, que “solamente una golondrina, jamás haría la primavera” o que debíamos servir al pueblo de todo corazón porque nos debíamos a ellos, porque gracias a los impuestos de las personas existía el erario nacional y de allí sacaban para pagar nuestros estudios. Al igual que muchos compañeros con quienes fuimos dirigentes en la universidad, elegidos en caso mío como ex tercio estudiantil ante la Asamblea Universitaria y el honorable Consejo Universitario, puedo dar fe que nunca vi que haya sacado algún beneficio para sí mismo, porque siempre ha sido un principio suyo, él decía que con ello se podía perder autoridad y que uno debía ser un hombre de principios, de palabra, prueba de ello es quizá que a pesar de que estábamos cerca de rectores, decanos u autoridades, no buscó un ningún momento algún favor, ni para graduarse, ni antes ni ahora. Vi que le faltaba para un pasaje, que compartía como todo muchacho de provincia su naranja o su pan, no le gusta comer solo, pasaba necesidades para seguir estudiando su carrera de Ingeniería Electrónica, era y es como la mayoría, quizá eso ahora a la minoría no le gusta.

No soy militante, ni simpatizante de Perú Libre, ni tampoco pertenezco a algún partido político, ni aspiro ni tengo tiempo para tener un cargo, como muchos, después de salir de la u, me he dedicado y me dedico a hacer chacra, a trabajar y estudiar para sacar adelante a mi familia. Sé que probablemente no cambiaré la opinión que tienen sus detractores porque como él decía, “el principal detractor, siempre es aquel que nunca ha hecho y que tampoco va a hacer lo que otros sí hacen”, pero el verlo de Presidente del Consejo de Ministros a lado de un Presidente como el maestro Pedro Castillo, me ha recordado ese lado humano que tiene él, de pensar en otros, de vivir pensando en el cambio, de mejorar la sociedad. No será el más técnico del país, no es perfecto como ser humano, tiene sus propias ideas y posturas, que algunas comparto y otras no como muchos, pero es innegable que durante su vida siempre ha pensado en los demás, que no utiliza la palabra pueblo o hermano como marketing político para simpatizarle a las personas, ese no es su estilo, siempre ha sido así, amable y franco en sus palabras.

Después de este escrito quizá el escenario político no cambie para él, y todo lo que se le cuestiona se le venga encima, al final, todos somos consecuencia de nuestros actos y cada quien debe asumirlas como tal, así también debe hacerlo él, no pretendo ser su escudero, ni su heraldo, ni tampoco voy a prenderle una vela, no es santo de mi devoción, pero yo quiero decirle que esa humanidad que siempre ha tenido, no la pierda, que no olvide a las señoras con sus mandiles y sus sombreros en las manos que aplaudían las movilizaciones cuando pasábamos por el Mercado de San Pedro y nos alcanzaban agua y fruta, gracias, todos esos días en las calles cuando arengamos a lado de miles de compañeros que ahora son profesionales y que aquellos años no teníamos más que una mochila llena de sueños.

¡GUIDO BELLIDO NO ES TERRORISTA!

Cusco, 31 de julio de 2021

Atte. Doctorando Willian Américo Mamani Choque

* Foto: Encuentro de estudiantes universitarios del sur del país, realizado en la Universidad Nacional del Altiplano – Puno

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