Un gobierno improvisado siempre traerá problemas y circunstancias muy desfavorables. En una democracia gobiernan los mejores y por lo tanto los cuadros políticos deberían estar a la altura de dicho escenario. Los antiguos filósofos tenían muy en claro que los gobernantes deberían prepararse para alcanzar los objetivos de buen gobierno, y eso no está pasando en la actualidad.

El país ha venido exigiendo al gobierno el cambio de ministros que no tienen merecimientos para continuar en sus cargos, sea por no estar calificados o por antecedentes dañinos para la sociedad, la terquedad del mandatario hace que las encuestas reduzcan su popularidad y se incuben protestas callejeras, lo lamentable es la falta de carácter del mandatario para asumir decisiones.

A consecuencia de la improvisación, a casi 50 días de la instalación del mandato de Pedro Castillo Terrones, el país se encuentra en el limbo, sin un norte despejado para ejecutar sus políticas de recuperación económica y de desarrollo social. Los actores políticos se la han pasado discutiendo sobre temas ideológicos en vez de construir un proyecto sólido de integración entre los peruanos.

La elevación del dólar es responsabilidad de la incertidumbre que acarrea un gobierno que desconoce sus tareas y que genera indecisión en los inversionistas por las dudas que existen de parte de los empresarios de no saber el rumbo que tendrá la economía, durante el proceso electoral ya se hablaba de fuga de capitales en busca de un mejor puerto, eso retrae los recursos.

Durante mucho tiempo el país ha sabido enfrentar sus crisis y ha podido salir bien librado de cada situación, el alza del dólar a S/. 4.10 nunca ocurrió, y será muy difícil que la moneda americana descienda por debajo de S/.3.60, como se esperaba, hoy el Perú, genera desconfianza a los agentes económicos, con dólares caros las provisiones será difícil de obtener o no se obtendrán.

Las inversiones se encuentran paralizadas por la inercia que genera el desconocimiento de una política seria. El presidente de la república cada vez que ha anunciado mensajes a la nación, solo ha ofrecido titulares y acciones cosméticas, gaseosas y paliativas, que no solucionan las urgencias, la elevación de tarifa de gas se ha subvencionado con un fondo de combustibles que no resistirá.

A la falta de trabajo se ha respondido con bonos para familias vulnerables, generando recursos temporales que no son suficientes, lo ideal hubiera sido incentivar a las empresas privadas, porque los recursos del estado se agotarán y la gente volverá a estar sin dinero, volviéndose a estirar la mano, lo más preocupante es la indecisión para seguir contando con el presidente de BCR y otros.

Quizá el único impulso serio que ha ejecutado el gobierno de Pedro Castillo Terrones, está relacionado con la importación de vacunas para que los ciudadanos puedan alcanzar en el futuro la inmunidad de rebaño, aunque para eso deben inocularse al 80% de pobladores, no hemos alcanzado ni el 30% en segunda dosis, por falta de estrategia para convencer al resto de personas.

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