La división que enfrenta el partido Perú Libre, demuestra que sus cuadros no han asimilado que cuando se realiza una elección nacional, quien se encuentra al frente del gobierno como presidente de la república, debe desmarcarse de las posiciones partidarias, que dejan de tener importancia para el gobernante, pues asume su mandato involucrándose con todos los peruanos.

Todavía tenemos fresca la actitud de Ántero Flórez-Araoz, quien cuando asumió la presidencia del Congreso de la República, sacó del bolsillo de su camisa su carnet partidario y lo entregó, porque ya no lo iba a necesitar, pues desempeñaría un cargo público, donde era necesario despojarse de toda vinculación política, que lo identificara como miembro del Partido Popular Cristiano (PPC)

En la época actual el partido político Perú Libre ha venido presionando para que miembros de ese partido participen del gobierno como ministros de Estado, pero como no tienen las credenciales para asumir funciones públicas, se sienten relegados y su manera de protestar ha sido negarle votos a la presidenta de la PCM, es así que el voto de confianza fue rechazado por el cerronismo.

Lo cierto es que la ideología política de Perú Libre no fue considerada como plan de gobierno del presidente Pedro Castillo Terrones, desde que se realizaron los debates, durante la campaña política, el mandatario diseñó su propio plan que alejaba a su gobierno de los excesos partidarios, trazándose una hoja de ruta de centro izquierda, lo que ha generado reacciones muy furibundas.

La experiencia ha demostrado que el cargo de presidente de la república, obtenido tras un proceso electoral aleja al líder de su casa política y lo vincula a la gestión pública nacional, los mandatarios fijan su domicilio en la casa de gobierno y desde ahí desempeñan sus funciones como jefe de Estado, con su elección se cierra la etapa de candidato y de reuniones políticas con sus partidarios

El jefe de Estado tiene el encargo de regir los destinos del país mediante decisiones políticas que tienen como gran objetivo cubrir las necesidades de la población a través de políticas públicas para lo cual debe designar un presidente del Consejo de Ministros, que a la vez debe sugerir 18 personalidades para que ocupen todos los sectores, con anuencia del presidente de la república.

Así de claras son las cosas. El mandatario tiene la autonomía para decidir junto al jefe de la PCM quienes lo acompañaran en su gobierno, siendo sus decisiones liberadas de la vinculación política partidaria, con total independencia, las autoridades políticas responsables designan a los mejores cuadros técnicos y políticos para desempeñar sus tareas públicas sin injerencia de la clase política.

Habitualmente los presidentes convocan a un miembro de su partido político como Secretario General de la Presidencia, para que asuma funciones administrativas- políticas, este se convierte en su mano derecha en la interna, dicho personaje se constituye en personal de confianza, junto a miembros de su equipo, y resulta ser fundamental desempeñar dicha función que le han asignado.

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